17 octubre 2006

El Tiempo es Oro

Nunca antes, esta vieja frase había cobrado tanta vigencia en nuestras vidas. Frases como "me falta tiempo", "estoy a full", "necesitaría un día de más de 24 horas", han cobrado una real importancia tanto en el plano profesional, como en lo personal.
Administrar hábilmente el tiempo hoy, es un tema decisivo, para poder cumplir con nuestras obligaciones. Encontrar el equilibrio justo entre responsabilidad laboral, atender nuestra familia y conformar una vida social acorde, constituye una exigencia de la que no podemos eludir.
Todos disponemos de la misma cantidad de tiempo, 24 horas al día. La interrogante surge a través de como hacerlo rendir al máximo, para lograr una mejor calidad de vida, obteniendo mejores resultados y aumentando nuestra productividad.
Administrar el tiempo significa administrarse a uno mismo. Esto implica saber tomar decisiones e implementarlas. Hacer las cosas oportunamente. Trabajar más rápido y en forma eficiente, para alcanzar majores resultados en menor tiempo. Saber que uno puede controlar el tiempo y la calidad de su propia vida.
Examinar nuestras actitudes y proponernos un cambio. Para llegar a ser efeciente, debo tener una actitud optimista. Ser disciplinado y desear serlo. Aceptar que no hay tiempo para hacerlo todo, pero que siempre existe tiempo, para hacer las cosas más importantes.
Las actitudes forman hábitos y los hábitos forman el futuro. Solo se puede cambiar si se cambian las actitudes.
La capacidad para controlar el tiempo, así como aprovechar al máximo cada momento, nos permitirá sobrevivir y alcanzar nuestra conquista. Si logramos comprender de qué manera empleamos nuestras horas, seguramente nos vamos a sorprender, del período útil que perdemos al día. Por ello, para lograr un mejor control, como primer paso, debemos tomar consciencia del mismo.
Una herramienta común entre las secretarias, es una Agenda de Actividades Diarias. Ésta constituye un comienzo perfecto para saber de qué manera se aprovecha o se pierde el tiempo. Se sugiere preparar un registro de las horas que se dedican a cada actividad durante una semana.
El análisis del tiempo, no solo ayudará a identificar actividades y situaciones que nos llevan a su descuido, sino que nos alertará sobre tareas reiterativas que retardan el conjunto de nuestras obligaciones.

En suma, debemos reconocer los factores que nos demoran en el día y detectar todas aquellas funciones que podamos delegar. Su elemental monitoreo nos permitirá un mejor desempeño y ahorro del tiempo.
Esta sencilla visualización nos permite comenzar a corregir problemas respecto al buen uso de las horas y reflexionar sobre su aprovechamiento en pos de nuestras aspiraciones que desarrollaremos tanto en el ámbito de trabajo como en nuestra vida personal.

Alicia Fernández Molina