Uno de los grandes problemas de la información, es la forma en que queda atascada en la oficina, sin llegar a su destinatario. Por lo que se hace indispensable trasmitir el mensaje como acción inmediata; archivarlo en caso de ser necesario o descartarlo, una vez enterado.
En el arte de tirar a la basura, debemos previamente hacernos las siguientes preguntas:
En el arte de tirar a la basura, debemos previamente hacernos las siguientes preguntas:
- ¿Requiere alguna tarea de mi parte o de mi equipo de trabajo?
- ¿Posee un uso específico?
- ¿Se podrá obtener nuevamente esta información facilmente?
- ¿Es reciente y se considera útil?
- ¿Puede tener consecuencias impositivas o legales?
- En caso de deshacerme de esta información, ¿podría sobrevivir sin ella?