La puerta es el primer contacto físico que tenemos con la empresa. Su presencia nos invita a entrar o de lo contrario se constituye en una barrera. Permitir el fácil acceso, provoca un efecto positivo en el visitante.
La puerta ideal sería similar a las que se encuentran en los aeropuertos, supermercados, u hoteles de lujo. Éstas poseen un dispositivo fotoeléctrico que al aproximarnos, se abre automáticamente.
Debido a que no siempre se puede contar con este tipo de sistemas, es importante hacer algunas recomendaciones al respecto:
- Cuando se trabaja a puerta cerrada por motivos de seguridad, se debe asegurar que la parte externa tenga un resguardo, en caso de inclemencias del tiempo.
- Es necesario un timbre o "llamador" en óptimo funcionamiento, con un volúmen que permita ser oído desde la recepción. Éste se colocará en un lugar visible y práctico.
- Contar con un intercomunicador, para una rápida identificación con el visitante.
- Logo o nombre de la empresa, oficina correspondiente y horario de atención al público, actualizado.
- Mantenimiento adecuado del acceso de entrada, limpieza, iluminación y buen funcionamiento de la puerta (mantener las bisagras de la puerta lubricadas, para que no produzcan ruidos molestos).
- En edificios, en clínicas y oficinas localizadas en casas, mantener una puerta exclusiva para los clientes y otra para el personal interno.-